Promete lluvia el plomizo vestido de las nubes. El aliento del encinar se torna niebla y luz la levedad de las bellotas. Las amantes damas del invierno pintan la dehesa de bailes nórdicos y guturales canciones de la tundra escandinava, armónicos sonidos que dibujan el plural de vuestro nombre. La brizna del trigal aderezada de escarcha es dulce guarnición en el barbecho. Resbala el agua por hojas y por plumas. El estruendo de un disparo incita a la huida. -Mal entiende el hombre el verbo compartir-. Norte y sur se dan la mano con el gélido abrazar de vuestro vuelo.
En ocasiones, como en todos los animales gregarios, resulta difícil aislar un ejemplar para fotografiar
Antes de las primeras luces andan las Grullas campeando buscando comida. Exige la ocasión madrugar más que ellas si se quiere tener éxito fotográfico
Tras el aterrizaje de la bandada se suelen repartir por la zona del comedero los grupos familiares compuestos por la pareja y su último pollo