viernes, 18 de octubre de 2013

Jilguero



Celosamente guarda el cardo su futuro escoltado de diminutas lanzas blanquecinas. Pero hay herramientas que hacen posible lo imposible y hasta la más amurallada fortaleza padece frágiles rincones. Mariposea de cardo en cardo, de hipérico en hipérico, la pequeña bandada de alados trinadores de roja tez y nervioso movimiento. Se aviva el ánimo cuando color y melodía se fusionan en la libre inmensidad del campo generoso, feliz delicadeza para el espíritu sensible y amante de lo abierto. Y tentación para farsantes de almas egoístas que aspiran a enlatar el aire común y libertario, enjaular los colores y doblegar el trino, incapaces de saber, mezquinos, que prisioneros, no son más que menguados sucedáneos  de lo que son en el abierto espacio de lo limpio.  



Foto familiar

Si la libertad tiene forma tangible 
es la de una bandada de pájaros.