Sin duda la migración de las aves transaharianas a su paso por el Estrecho de Gibraltar, es uno de esos espectáculos que no debe perderse todo aficionado a las aves al menos una vez en su vida. Se nos presenta la ocasión de atiborrar la retina en apenas unas jornadas de nómadas viajeros que nada saben de fronteras más allá de las naturales. Aquí entre finales de agosto y principios de octubre lo que suele ser observado único, solitario o emparejado, se masifica, se multiplica, abunda en el horizonte y parece que todo fuese año de ventura y abundancia. Cigüeñas blancas y negras, Milanos negros y Abejeros forman bandadas de miles de individuos y hasta las esquivas Águilas calzadas y Culebreras se aproximan en grupos de decenas junto a Gavilanes y Alimoches, sin olvidar los pequeños que pasan más desapercibidos, Abejarucos, Golondrinas, etc. Todo un espectáculo al alcance de cualquiera que recomiendo vivamente.
Las bandadas más numerosas suelen ser de Abejeros (pernis apivorus) como el de la fotografía.
El paso obliga a las aves a deambular por la orilla pudiendo ser observadas a baja altura como este Águila calzada (hieraaetus pennatus).
Cigüeña negra (ciconia nigra) otro migrador de observación segura.
Los Buitres leonados (gyps fulvus) también hacen incursiones en el continente africano y viceversa, siendo uno de los pocos lugares de la península para observar Buitre moteado (gyps ruepelli), sobre todo jóvenes que hacen incursiones en el continente europeo en periodo de dispersión.
Uno de los puntos negativos del Estrecho, respecto de las grandes planeadoras, son los cientos de molinos que lo circundan aprovechando otra de sus características, el fuerte y abundante viento.
Momento en que una bandada de Cigüeñas blancas (ciconia ciconia) se anima a cruzar sobre el mar tras comprobar y aprobar las condiciones meteorológicas.
Aunque no siempre lo logran a la primera, en mar abierto el viento obliga a veces a dar marcha atrás e intentarlo en mejor ocasión.
Culebrera europea (circaetus gallicus) planeando a baja altura.
A pesar de que muchos Gavilanes (accipiter nisus) europeos son sedentarios y otros pasan el invierno en la zona sur del continente, no es desdeñable la cantidad de ellos que atraviesan el Estrecho. Suelen viajar en solitario pero de forma escalonada, según los días se pueden observar muchos ejemplares.
Bandada mixta de Milanos negros (milvus migrans) y Águilas calzadas (hieraaetus pennatus) esperando encontrar la corriente oportuna que los lleve a la otra orilla.
Cada año los aficionados a las aves que visitan el Estrecho en el mes de septiembre va en aumento, dado el auge de esta afición y las características del lugar en estas fechas, donde se concentran cientos de miles de aves para pasar al continente africano buscando temperaturas más templadas. Buen ejemplo de turismo ecológico y de calidad.
Hola, estupendo reportaje de esa jornada. Qué ganas tengo de pasarme un día de nuevo por allí para observar el paso.
ResponderEliminarsaludos
Qué buenos recuerdos me traen estas imágenes del paso por el estrecho! En otros tiempos, llegué a ir 11 años consecutivamente...siempre me pareció uno de los mayores espectáculo que las aves pueden ofrecernos a los pajareros: decenas de especies pasando por miles en unos pocos kilómetros. Empecé yendo con un campamento de SEO, que me metió el gusanillo en el cuerpo....y después he pasado por todas las posibilidades...pasando hasta por la acampada libre en la playa (durmiendo en un búnker de la playa), para estar el primero en la playa viendo los limícolas! Qué ganas de volver! Creo que tengo una foto (daiapositiva) del primer aerogenerador.... Un abrazo!
ResponderEliminarVer lad migraciones de aves es lo mejor que puedes vef en la nqturaleza. A mí personqlmente me apasiona.
ResponderEliminarGracias por el post y las fotos.
Saludos.