Presentación

Este espacio pretende ser una modesta ventana que muestre, siquiera minimamente, la grandiosidad de la naturaleza extremeña, una naturaleza exuberante, pletórica, agreste y, en ocasiones, única. Aquí la fotografía, el dibujo y la palabra quieren ser un pincel que abocete el alma de lo vivo. Y será en el entorno de la Sierra de San Pedro donde la luz y el color tracen sus contornos.

miércoles, 9 de mayo de 2012

Dimorfismo sexual

O diferencia entre los sexos, además de las obvias por el género, las genitales, que a diferencia de los mamíferos en las aves no se aprecian  externamente. Machos y hembras en según qué especie visten galas distintas, normalmente opacas y discretas ellas, barradas, ocres, grises para pasar desapercibidas en la tarea de incubar la puesta, mientras ellos se pavonean al viento llamando la atención con el atuendo primaveral, orgullosos y altivos, haciendo hincapié en destacar a toda costa, pues saben que serán las hembras las que elegirán al mejor dotado porque suele coincidir con el más preparado para el éxito reproductor. Aunque en algunas especies la diferencia está en el tamaño y no en el aspecto; y en otras resulta inexistente e inapreciables para el observador. He aquí algunos ejemplos:   
En las rapaces por lo general es el tamaño el rasgo de distinción entre los sexos, como se aprecia en esta instantánea de Águilas imperiales (aquila adalberti) donde la hembra, a la derecha, aventaja a su compañero considerablemente. El menor tamaño del macho será una ventaja para los lances de caza, que en la época reproductora se multiplicarán al tener que alimentar a la hembra mientras incuba y posteriormente aportando la mayoría de las piezas para su prole.




En  la Avutarda (otis tarda) el dimorfismo sexual es muy acusado, el macho (centro) es bastante mayor que las hembras, además de lucir grandes bigotes o barbas y un gran buche anaranjado que hincha a su antojo mientras voltea sus alas dejando ver la blanca parte inferior, dando aspecto en la distancia de gran bola blanca en medio del llano.















En la Carraca (coracias garrulus)  la diferencia, si la hay, es inapreciable.



Los Cernícalos primillas (falco naumanni) también tienen notables diferencias, la hembra muy barrada mientras el macho tiene en dorso liso color teja y la cabeza gris.



En el caso de los Elanios (elanus caeruleus) también es el tamaño el rasgo diferenciador, pero no muy apreciable en la distancia.


La pareja de Martín pescador (alcedo athis) solo se distingue por la mandíbula inferior de la hembra que es naranja y la coloración de las patas, rojas en ambos sexos, pero mas vivo en las hembras; en la fotografía en la parte superior.  














En las Ortegas (ptrocles orientalis) existe un marcado dimorfismo, a pesar del mimetismo general de la especie. En la fotografía se aprecia la hembra  en primer termino con un dorso y pecho muy barrados  seguida del macho con un dorso más vivo, el pecho gris, el collar negro más marcado y la garganta "oxidada" con una pequeña mancha negra en el centro. En cambio el vientre, característico en vuelo, es negro  en ambos sexos.





Finalizaré con el caso de las Águilas calzadas (hieraaetus pennatus) que, como el resto de águilas, la mayor en tamaño es la hembra, por lo demás son muy parecidos los dos sexos, aunque en el caso de la pareja de la fotografía son muy diferentes por pertenecer cada uno a los dos morfos que pueden darse de forma natural, en este caso la más clara es la hembra, con la coloración típica y mayoritaria en la especie, en cambio el macho luce lo que se denomina "morfo oscuro", plumaje que desarrollan las calzadas en un 20% aproximadamente de sus individuos. También se pueden encontrar individuos con plumaje mixto de ambos morfos.