Presentación

Este espacio pretende ser una modesta ventana que muestre, siquiera minimamente, la grandiosidad de la naturaleza extremeña, una naturaleza exuberante, pletórica, agreste y, en ocasiones, única. Aquí la fotografía, el dibujo y la palabra quieren ser un pincel que abocete el alma de lo vivo. Y será en el entorno de la Sierra de San Pedro donde la luz y el color tracen sus contornos.

viernes, 22 de abril de 2011

Drosophilum lusitanicum (para Ana)


Las circunstancias mandan y las prioridades se alternan en la lista de uno en función de las necesidades.

Por estas fechas florecen estas maravillas de la naturaleza localizadas en el centro oeste extremeño junto a algunas poblaciones de las Villuercas. Se trata de Drosophillum lusitanicum, una de las pocas plantas carnívoras europeas. El día elegido para fotografiarlas no era el mejor, jalonado por chaparrones a intervalos intermitentes con escasos paréntesis siempre grises y oscuros. No obstante por la belleza de estas "atrapamoscas", nombre común que comparte con algún pariente, merecía la pena intentarlo, y las gotitas de lluvia sobre las mismas eran un aliciente que mitigaba en parte el aspecto cerrado y un tanto triste de las flores, y hacía más llevadero el trajín de sacar y guardar la cámara cuando la amenazante lluvia hacía acto de presencia.
Mi amiga Ana I. Cordero me llevó hasta esta colonia a unos 3 km de La Codosera, por lo que le doy las gracias y le dedico esta entrada, ya que las que yo conocía hasta ahora me pillaban un poco más lejos.




El aspecto general de la Drosophillum es de estrella densa y caótica de múltiples brazos-hojas, estirados a la espera de enrollarse sobre cualquier víctima que ose posarse sobre ellos en mortal abrazo de espiral



La multitud de pequeños y atractivos apéndices pegajosos de sus hojas evitará que la víctima despegue a tiempo de salvar la vida. Tras el abrazo comenzará la lenta digestión. Su vocación de depredador pasivo pasa inadvertido para los insectos circundantes que confían en su inocente aspecto.



Aspecto general de la colonia, una ladera de alcornocal con vista panorámica de La Codosera.



Las hermosas flores acampanadas de la drosophillum nacen del centro de la planta sobre tallos erguidos y más o menos rectos. Entre abril y mayo luce el amarillo en la ladera junto al perenne verde del resto y el rojizo de sus dientes de gelatina, mortales dientes sin filo de atroces finales.