Espejo irregular,
caótico marco,
rizado al viento de olas subes,
mínimas olas, mínima pleamar.
Mar de nubes
atrapadas en un charco.
Océanos liliputienses
bajo los cielos pacenses,
tierra de mil océanos.
Océanos amarillos
de los llanos,
flameantes cual cuchillos
los veranos
y de ocres, grises
encinares,
verdes mares
que núnca navegó Ulises.
Y azulados
de los vientos,
mares hasta la jartura
preñados
de históricos sufrimientos.
Extremadura.