Águila imperial ibérica (aquila adalberti)
Si por algo es especialmente conocida y reconocida entre los amantes de las aves la
Sierra de San Pedro, es por la variedad y cantidad de aves de presa presentes
en ella, bien de forma permanente (sedentarias), o bien de forma estacional
(migradoras). Allende nuestras fronteras
se tiene a Extremadura como un paraíso ornitológico y la Sierra de San Pedro
como un paraíso de rapaces junto a Monfragüe. Obviamente esta alta densidad de
rapaces obedece a la disponibilidad de alimento en forma de otras especies
sobre las que depredar, que a su vez son consecuencia de la buena conservación
del espacio o de su escaso y lento deterioro, según se mire. Por tanto es mucha
la diversidad del mismo, capaz de atraer a los cada vez más numerosos amantes
de la naturaleza.
Símbolo de espacios agrestes y recónditos, de maestras del
planeo unas, de perfectas armas letales otras, de dominadoras de los cielos
todas ellas, las rapaces son uno de los
principales ingredientes en ese atractivo turístico.
También son objetivo predilecto para muchos
fotógrafos de naturaleza por ser de las especies más recelosas, esquivas y
difíciles de fotografiar. Mi caso es un ejemplo de ello, y ciertamente me
considero afortunado de sentirme atraido por las rapaces y vivir en el
entorno de la Sierra de San Pedro, donde es habitual observar rapaces desde la
ventana de casa.
Pero acercarse a estas maravillas de la naturaleza implica en altas dosis admiración y respeto, pero sobre todo precaución. Si siempre un
buen fotógrafo de naturaleza debe anteponer la seguridad de la especie a fotografiar a la consecución de sus
fotografías, cuando hablamos de rapaces esta máxima se debe llevar a rajatabla,
pues hay que tener siempre presente que su desconfianza, innata y más que
justificada por años de persecución, las llevará a recelar donde otras no lo
harían, y esto podría tener consecuencias nefastas cuando hablamos de especies
que, en muchos casos, destacan por lo escaso de su número.
He aquí un
muestrario modesto pero bastante completo de las rapaces diurnas que se pueden observar en los distintos ecosistemas de
la Sierra de San Pedro. La gran mayoría de ellas me han brindado jornadas
inolvidables de observación, deleite y fotos. Otras, dada su escasez y costumbres, las
he visto en contadas ocasiones y a sido tarea imposible encuadrarlas en el visor de la cámara, circunstancia esta que lejos del desanimo incita y alienta en la búsqueda de otra oportunidad. No obstante siempre quedará el dibujo menos exigente en la distancia y más libre en la interpretación.
Espero que sea del agrado del que por aquí tenga a bien pasar, con un plus de agradecimiento para el que deje sus impresiones al pie.
Águila calzada (hieraaetus pennatus)
Águila culebrera (circaetus gallicus)
Águila perdicera (hieraaetus fasciatus)
Aguilucho cenizo (circus pygargus)
Aguilucho lagunero (circus aeruginosus)
Alcotán (falco subbuteo)
Gavilán (accipiter nisus)
Azor (accipiter gentilis)
Alimoche (neophron percnopterus)
Buitre leonado (gyps fulvus)
Buitre negro (aegypius monachus)
Cernícalo vulgar (falco tinnunculus)
Esmerejón (falco columbarius)
Halcón peregrino (falco peregrinus) -ejemplar de cetrería-
Milano real (milvus milvus)
Ratonero común (buteo buteo)