Grulla común (grus grus)
Desde el año 2007 no he vuelto a tener ocasión clara de fotografiar Grullas. O tendría que decir, por ser precisos, que ninguno de los últimos inviernos invertí el tiempo necesario para ello. Y es que fotografiar aves grandes y gregarias suele ser tarea complicada, pues tienen una distancia de seguridad muy amplia, razón por la cual, si se quiere un acercamiento suficiente para sacar primeros planos, será necesario montar un aguardo en el lugar adecuado para pasar desapercibido. El hecho de ser gregarias implica que siempre hay muchos ojos mirando y escudriñando el entorno buscando posibles peligros, por tanto no vale cualquier escondite, ha de ser uno bien camuflado al objeto de tener posibilidades de éxito. Esta tarea, a poco que se manejen tales artes, se solventa medianamente bien cuando el entorno es abigarrado y con los elementos necesarios donde "incrustarse". Pero cuando se trata de un entorno limpio, como es el caso, la cosa se complica, y hay que añadir al hecho de camuflarlo bien, intentar disminuir el volumen en lo posible y dejar que las Grullas se acostumbren al nuevo objeto. Lógicamente entrar en oscuridad completa se hace imprescindible, así como no asustarlas a la salida, por tanto habrá que salir cuando estén lo suficientemente lejos, o mejor aun, cuando no estén en el entorno. Tras este trabajo algo se ha conseguido este año de nuevo. Y es que fotografiar a estas bellas damas del invierno es siempre muy gratificante.
