"A ras de suelo el cielo se antoja inalcanzable; y en cambio se besan ambos con la complicidad del horizonte, línea imaginaria que todo lo fusiona. El manso lecho de la estepa proyecta la mirada a lo lejano; surco abierto por el ferrocarril en las faldas de San Pedro. -Demasiadas veces miramos a lo lejos y nos abofetea la vida con la mano abierta de lo próximo-. Se mece la retama con la brisa de la tarde agigantada por la hierba que a ras de suelo vive; viboreras, margaritas y lechetreznas retumban al unísono con la monótona sílaba que el amante lanza al viento desde su periscopio blanquinegro.Y un leve siseo se oye alejarse hacia el mar de trigo."
Hola Jose, preciosas tanto las imágenes como el texto que las acompaña. No se suele asociar la Sierra de San Pedro con las aves estepáricas, pero así es, en este privilegiado rincón bosque, dehesa y pastizal forman parte de un conjunto de excepcional valor. Un saludo!
ResponderEliminarPreciosso sisón que hace gala a tus palabras.
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