Primer Lince que observamos.
Lo vimos y muy bien, que era el objetivo, aunque las fotos realizadas son manifiestamente mejorables, hechas a una distancia que, para el equipo utilizado resultaba excesiva como para pretender primeros planos. Gracias a un teleconvertidor 1.4x y un generoso recorte he conseguido estas instantáneas que son mucho más que unas fotos de Lince ibérico; precisamente porque se trata de un Lince ibérico, uno de los felinos más escasos del planeta.
En Andújar, en un viaje relámpago de tres días incluido el tiempo destinado al viaje, con mi mujer y nuestra hija pequeña. Por tanto poco tiempo para la observación. Un ratito el primer día por la tarde, 30 de diciembre de 2017, y nada más llegar vimos TRES ejemplares en escenarios distintos, el último con muy poca luz a escasos metros. Resultaba difícil de creer sabiendo que era cuestión de mucha suerte verlos en tan poco tiempo. Nos lo recordaron:
-"Mucha suerte habéis tenido, hay quién tiene que hacer varios viajes a la zona de varios días para ver alguno".
Al día siguiente, 31 de diciembre, yo solo intentándolo toda la mañana, la última mañana del año, sin éxito. Y al tercer día, primer día de 2018 ya de vuelta, un último intento de nuevo por la tarde y ¡bingo!, una pareja juntos, unidos por los instintos reproductores. Tras desaparecer entre canchales y lentiscos uno más hizo su aparición encaramado a una piedra a disfrutar de los últimos rayos de sol y nosotros de su estampa. Una estampa que uno sueña ver cada vez que sale al campo y no sabe si lo conseguirá algún día. Definitivamente mis chicas me dan suerte, mucha suerte.
Lince ibérico
El último que vimos.
Entre diciembre y febrero se desarrolla el celo de esta especie, son las fechas con más posibilidades de avistamientos por el incremento de la actividad.
En algunas zonas de la Sierra de Andújar se da la mayor densidad de ejemplares de la península.
Lince observando su territorio donde se puede apreciar su tipo de hábitat idóneo, monte mediterráneo ralo de encinas, alcornoques, fresnos, cantuesos, lentiscos, etc, junto a pedregales graníticos que proporcionan refugio y grandes claros entre las manchas de vegetación donde abundan sus presas, principalmente conejos y perdices.
Al sur de Extremadura, desde hace varios años se lleva a cabo un proyecto de reintroducción de Lince ibérico. ¿Podremos disfrutar en nuestra comunidad de un lugar parecido a la Sierra de Andújar con abundancia de Lince algún día? Ojalá que si, aunque los resultados no están siendo muy halagüeños, pues varios han muerto ya por varias causas, principalmente por atropellos. El tiempo, y la buena o mala gestión, dirá.
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